últimas reseñas

sábado, 25 de abril de 2020

Road Trip Rumanía: Bran y Brasov

Tercera parada: Bran y Brasov


¡Hola! En el post de hoy os voy a contar cómo fue nuestra experiencia en la tercera parada de nuestro road trip por Rumanía. 

En el anterior post, que podéis leer clicando aquí , os conté nuestra experiencia en Sinaia. Dicho esto ¡Continuamos con el viaje!

  • Bran

Tras despertar bastante prontito en Sinaia fuimos a desayunar a una pequeña terraza que vimos abierta. Al igual que en Bucarest, no es fácil encontrar sitios para desayunar fuera de casa. 

Un café, una limonada y un bollo pequeñito fueron 23 lei, es decir cinco euros y pico, dependiendo del cambio. 

Ya con las maletas nos acercamos a la recepción del Hotel Casteful Stirbey, otra vez tuvimos un imprevisto. Después de esperar a que la señora de la limpieza llamara al chico de la cafetería para que nos atendiera resultó que no funcionaba el datáfono por lo que tuvimos que sacar dinero de un banco de Rumanía llamado Raiffeisen Bank, ya que a esa hora no había ninguna casa de cambio abierta. El precio de una noche fueron 73 euros o lo que es lo mismo 347,15 RON. Aunque pareciera una tontería el tener que ir a buscar un banco, sacar tanto dinero con un cambio mucho peor (1 euro = 4,23 Ron en vez de 4,7) nos fastidió un poco, además de que en ningún momento fueron amables con nosotros.

Una vez solucionado esto nos volvimos a poner en marcha camino del famosísimo castillo de Drácula en Bran.


Después de la maravillosa visita a Sinaia ya estábamos completamente enamorados de Rumanía. 

Cuando planeamos el viaje dudamos de si visitar o no el castillo de Bran. Había leído varias criticas sobre esta lugar. Algunas personas decían que era una visita obligatoria y otras que estaba tan abarrotado de turistas que no merecía la pena.


Nosotros decidimos parar de camino a Brasov. He de decir que ambas partes tenían cierta razón. 


Rodeado de montañas y un impresionante verde se alza el castillo de Drácula o castillo de Bran. Dicen que sirvió de inspiración para Bram Stoker, aunque se rumorea que en verdad nunca lo visitó.


Cuando nos íbamos acercando el flujo de coches en la carretera aumentaba considerablemente. De todos los lugares que visitamos en Rumanía este fue sin duda el más saturado por los turistas. Drácula vende y saben como explotarlo.


Llegamos a Bran y ya empezó nuestra primera misión: conseguir aparcar el coche. He de decir que tienen un par de descampados cercanos al castillo organizados como parkings. Te dan un ticket y dependiendo de las horas que estés te van cobrando.


La entrada al castillo está rodeada de muchos puestecillos con todo tipo de merchandeising de Drácula. La verdad es que te amenizan la larga fila hacia la caseta donde venden las entradas.

Nosotros nos compramos lo que veis en la siguiente imagen: un largo palo de madera rodeado de una patata en espiral. Lo más original es que puedes sazonarlo con tu sazonador favorito.







Después de casi 45 minutos de cola al sol (hacía muchísimo calor) por fin conseguimos pasar.

Al contrario que en los otros palacios que habíamos visitamos este tenía la entrada libre,es decir, sin guía. Para nosotros fue algo muy positivo ya que las visitas guiadas en rumano se nos hacían muy muy pesadas. El castillo se ve bastante rápido, lo más bonito es el patio interior, donde la mayoría se hace fotos




Una vez visto todo el castillo fuimos a buscar un lugar donde comer. Otra vez la figura de Drácula impregnaba todo el menú: pasta Drácula, hamburguesa Dráula, pizza Drácula...
La gastronomía rumana es bastante limitada y más en las zonas turísticas. De nuevo apenas había algo más que pizzas y carne en la carta. Yo me pedí un plato de pasta a la boloñesa que estaba bastante bueno.

Tras darnos un capricho tomando un helado ( que nos costó poco menos de 1 euro) nos dirigimos al coche y tras pagar el precio del parking pusimos rumbo a Brasov.






  • BRASOV






LLegamos a Brasov cuando el sol ya se iba escondiendo.
Tuvimos bastante lío para aparcar ya que el aparamento que alquilamos no incluía parking.

Ese día no hicimos mucho más, estábamos bastante cansados de la visita al castillo, y tras dejar nuestras cosas en la habitación decidimos dar un paseo por la ciudad y cenar tranquilamente.

Lo que más nos gustó fue subir la pequeña colina que cerca la ciudad, son muchísimos escalones para llegar al mirador, pero merece la pena, os lo aseguro.

Nos despertamos pronto para aprovechar la mañana haciendo turismo. Nos apuntamos a un Free Tour (en inglés, ya que en español no encontramos ninguno en ninguna ciudad), y al terminar seguimos visitando la ciudad por nuestra cuenta.

Fuimos a una sinagoga que nos costó a cada uno 5 Lei. 

Tras esto comimos rápidamente y nos pusimos en marcha a nuestro siguiente destino. 

Como siempre espero que os haya resultado interesante el post, si tenéis alguna duda no dudéis en decírmelo y la intentaré resolver lo antes posible.

¡Nos leemos en comentarios!


No hay comentarios:

Publicar un comentario